Ayer se hacía oficial el cierre de Carcesa en Don Benito y la limitación de su producción a Montijo y Mérida. De este modo, la empresa pretende concentrar en una fábrica las líneas de producción de tomate. Una posibilidad de la que se venía hablando desde hace tiempo, pero que se confirmaba ayer y que es ya una realidad. A los 32 trabajadores de la fábrica se les ha ofrecido el traslado a la fábrica de Montijo o la prejubilación en algunos casos.

Cope Don Benito-Villanueva ha querido conocer de primera mano, la opinión de los implicados y afectados por el cierre.

El responsable de Carcesa asegura la continuidad de los trabajadores

Domingo Fernández, responsable de Carcesa, explicaba a COPE que los 32 empleados de la planta de Don Benito "conservarán su empleo y serán reubicados" además de "recibir las compensaciones oportunas por su traslado". Y señalaba que la principal causa de esta "difícil" decisión ha sido "la competitividad de la fábrica de Don Benito, que está trabajando a un 28%, un porcentaje con el que resultaba imposible mantenerla". Fernández ha señalado que se vienen analizando los datos de la fábrica "desde hace mucho tiempo, y ya la situación era insostenible a principios de año, en los últimos meses la situación ha empeorado y se ha decidido el cierre para evitar un daño mayor"

Apis añade que "atendiendo las peticiones del Comité de Empresa", se ha realizado una oferta de prejubilación voluntaria a empleados mayores de 61 años en todas las plantas de producción, una medida que "será aplicable a un total de 23 empleados y se producirá a lo largo de tres años".

Hay empleados que niegan haber mantenido conversaciones

José María Sosa, delegado de UGT y trabajador de la fábrica, expresaba que con la empresa "no ha habido ninguna negociación". Además, ha lamentado la nueva situación con la que se van a encontrar algunos trabajadores "pagando una hipoteca en Don Benito, que tengan que asumir otra en Montijo o hacerse más de 200 kilómetros cada día para ir a su nuevo lugar de trabajo". Sosa ha añadido que los trabajadores "no están de acuerdo con la decisión, y no tienen intención de ir a Montijo"

José Luis Quintana, uno de los primeros en manifestar su opinión

Las primeras reacciones políticas no se han hecho esperar, y el primero en pronunciarse era ayer el portavoz socialista dombenitense, José Luis Quintana, que ha destacado la pérdida que supone el cierre de la fábrica. Ha tenido palabras para los trabajadores  y sus familias y para la ciudad dombenitense en general pues considera que "se trata de una pérdida más de empresas que han sido emblemáticas  en la ciudad" y con su cierre se pierde "riqueza y puestos de trabajo". Quintana ha querido manifestar a los trabajadores y al equipo de gobierno su total desacuerdo con el cierre y ha anunciado su intención de iniciar conversaciones con el equipo de gobierno para tratar el tema.

Mañana, Comité de Empresa y Carcesa tienen prevista una reunión en la que se hablará únicamente de las indemnzaciones a percibir por los traslados y prejubilaciones, pero en ningún momento se tratará el tema del cierre de la fábrica, pues ésta es "una decisión definitiva sin espacio para las negociaciones", han señalado desde Apis.

Mariano Gallego mantiene reuniones para intentar la continuidad de la fábrica

El alcalde dombenitense Mariano Gallego, se reunía esta mañana con el director general de la sociedad pública de Extremadura Avante, Ángel García, como entidad participante de Carcesa. Posteriormente han visitado las instalaciones de la fábrica. El objetivo del alcalde con esta reunión y las ya mantenidas con trabajadores y responsables de la fábrica, es mantener la viabilidad y continuidad de carcesa en Don Benito.