Una mujer de 51 años de edad ha sido condenada a dos años y seis meses de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa a un hombre de 30 años en Don Benito. 

Los hechos sucedieron en el año 2021, en junio, en la calle Canalejas. Allí, la mujer agredió a un hombre que estaba en el interior de su vehículo e intentó apuñalarlo. El varón huyó mientras la agresora le gritaba «hijo de puta, has matado a mi marido». El coche de la víctima, además, terminó chocando contra un concesionario de coches que hay en esa vía. 

Fue la intervención de un Guardia Civil de paisano lo que evitó que probablemente la situación hubiera sido mucho peor y la víctima apenas sufrió dolor cervical y cefalea a consecuencia de esta agresión. 

La Fiscalía, en su escrito de acusación, formula que la acusada tomaba medicación para la ansiedad y la depresión, lo que conocía que era incompatible con la ingesta de alcohol, porque dicha interacción la volvía agresiva, llegando, en tales ocasiones, a mantener «fuertes discusiones con su marido para luego no recordar nada de lo que hacía, como ya le había ocurrido con anterioridad». 

El escrito recoge también que los médicos forenses estipulan que en el momento de su explotación no presentaba sintomatología de enfermedad mental genuina y que desde el punto de vista forense «posee el suficiente potencial intelectivo como para conocer el alcance de sus actos». Si bien, en relación a los hechos, el forense considera la existencia de un trastorno psicótico agudo y transitorio inducido por el consumo de alcohol. 

Por estos hechos la Fiscalía pedía ocho años de prisión o el internamiento en un centro sanitario adecuado o tratamiento ambulatorio por tiempo de siete años, así como una indemnización de 1.000 euros al perjudicado. 

Ayer martes se celebró el juicio en la Audiencia Provincial de Mérida, en el que finalmente las partes llegaron a un acuerdo y ha sido condenada a dos años y seis meses de prisión, los cuales no cumplirá con la condición de que continúe asistiendo a un centro terapéutico de manera ambulatoria. 

El abogado de la defensa, José Duarte, señala que “el acuerdo es beneficioso respecto a la mujer y la sociedad porque está siguiendo desde hace algún tiempo un tratamiento y hacerla entrar en prisión sería disruptivo», según ha valorado.   

Además, el juez le ha impuesto una orden de alejamiento de cinco años y 200 metros sobre la víctima. Las partes no van a recurrir.