Un 67’1% de mujeres extremeñas con discapacidad son víctimas de violencia de género por parte de su pareja o ex pareja, así lo refleja un estudio de CERMI Extremadura, el Comité de Entidades de Representantes de Personas con Discapacidad de Extremadura.

Del total de mujeres con discapacidad que sufren violencia de género, sólo lo cuentan un 49%, y sólo denuncian un 24’2%. Además, de todas estas víctimas, un 18’6% de ellas padece su discapacidad a consecuencia de la violencia de género o de otros agresores.

Según el estudio, los tipos de violencia que más prevalecen en mujeres con discapacidad son la violencia psicológica de control (95’7%), violencia emocional (87’2%), sexual (53’2%), económica (46’8%) y violencia física (44’7%).

El cuidador-agresor

Según explica Laura Ramos, técnico del Servicio de Apoyo a Mujeres y Niñas con Discapacidad Víctimas de Violencia de Género, es común que el agresor sea el cuidador principal, porque estas mujeres suelen tener una dependencia física, por lo que su pareja o marido es el agresor, por lo que se hace muy complicado el que puedan denunciar. Los casos llegan denunciados bien desde asociaciones o colectivos, bien porque las mujeres ven algún díptico en una farmacia.

«Está muy invisibilizado y el agresor aprovecha esta situación de discapacidad para ejercer esta violencia. En muchas ocasiones estas mujeres están desprotegidas porque las campañas y políticas públicas no contemplan su especial vulnerabilidad, lo que hace que su situación se perpetúe», señala.

Además, desde AVIEX ponen la voz de alarma en las amenazas, puesto que en los casos en los que hay un menor, el agresor amenaza a la víctima con quitarles la custodia alegando que, al tener una discapacidad, no le concederán a ellas la tutela, sino a él. También las intimidan diciendo que pueden ingresarlas en algún centro o quitarles los productos y tratamientos que necesitan para vivir.

Dentro de los distintos tipos de discapacidad, la violencia de género hacia mujeres con discapacidad intelectual es mucho más complicada de detectar, por lo que hacen hincapié en la importancia del entorno: «Hay casos en los que su capacidad cognitiva les impide detectar que están sufriendo violencia, por lo que es fundamental explicarles y hacerles saber de forma accesible en qué consiste la violencia y qué tipos hay, para que aprendan a identificarla. Porque, si ya de por sí a las víctimas que se encuentran en una relación sentimental les cuesta identificar la violencia de género desde dentro, más complicado aún si se tiene una discapacidad intelectual. Es muy importante que el entorno esté pendiente de ella, hacerle preguntas sobre cómo se siente, y así poder averiguar cómo es su relación».

Sistema judicial aún por preparar

En lo que respecta al sistema judicial, Laura Ramos considera que aún falla en algunos aspectos de atención a las víctimas con discapacidad. Defiende que es necesario capacitar y seguir formando  a los distintos profesionales para saber tratar a las mujeres o niñas que denuncian violencia de género, ya que muchas veces los organismos y profesionales fuera del ámbito de la discapacidad no entienden que puedan necesitar una mejor accesibilidad a la información que se les da, por ejemplo, lectura braille o, simplemente, una lectura de fácil comprensión.

Y, la pregunta clave, ¿Qué es lo que les impulsa a denunciar? «Llega un momento en que hacen ‘clic’. Algunas de ellas llevan incluso 35 años de maltrato, no ya físico, sino psicológico, emocional, de control económico o sexual,… Y un día deciden hablar, desahogarse, y lo comunican en alguna asociación, pero la detección es complicada».

Aconsejan que, al sufrir la violencia por parte de su pareja, la persona que las cuida, deben hablar con alguien cercano a ellas, alguien de confianza, y que esa persona las ayude a contactar con los recursos y asociaciones necesarios para salir.

Desde el Servicio de Apoyo a Mujeres y Niñas con Discapacidad Víctimas de Violencia de Género de Extremadura, proporcionan a estas niñas y mujeres apoyo personal y emocional en el proceso de recuperación de la violencia, además de acompañamiento en los procesos policiales y judiciales. Adaptan las informaciones a las características previamente evaluadas, acordes con la discapacidad de la mujer, para que no existan barreras de accesibilidad.

Por ello, SAVIEX pretende estar muy cerca de ellas, para que les sea lo más fácil posible buscar ayuda. Pueden dirigirse a SAVIEX mediante el número de teléfono 623 27 36 48 o mediante el correo electrónico saviex@cermiextremadura.org