Una vecina de Don Benito ha logrado la exoneración del pago de una deuda de 406.000 euros mediante la conocida como Ley de Segunda Oportunidad. 

Según indica el letrado Gustavo Gómez, encargado de defender en los tribunales este caso, el proceso judicial ha durado cuatro meses y comenzó cuando la vecina, ahogada por las deudas, y con la nómina embargada, decidió poner fin a la cuantiosa deuda que venía arrastrando desde hacía 12 años. 

Las deudas se habrían generado, según indica el letrado, con el aval personal realizado por la deudora en préstamos de una empresa familiar que no superó la crisis económica del año 2008 y que por lo tanto resultaron impagados, según señalan.

 Además, han indicado que a partir del momento que el juzgado ha acordado el perdón de la deuda, además de ver desaparecer dicha deuda, la interesada podrá disponer del total de la nómina que percibe por su trabajo, pues todos los procedimientos de embargo serán archivados.

Para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad se debe acreditar que se es un deudor de «buena fe», que no se tiene patrimonio alguno con el que satisfacer los pagos a los acreedores y el importe de lo adeudado no supere los 5 millones de euros.

El abogado que ha llevado este caso, Gustavo Gómez, asegura que cada vez es más frecuente que los ciudadanos recurran a este mecanismo, como ponen de manifiesto las estadísticas. Este último caso es el de mayor cuantía condonada por la justicia a un cliente de su despacho.