El punto relativo a la aprobación del reglamento que pretende regular el acceso y comportamiento del público que acude a las sesiones plenarias, y que se llevaba en el orden del día del último pleno, fue retirado finalmente con el objetivo de que los tres grupos políticos que integran la corporación municipal lleguen a un consenso sobre el mismo.

Con este documento, desde el gobierno se ha pretendido evitar situaciones de insultos o faltas de respeto de algunas personas durante la celebración de los plenos. Se establecía un reglamento similar al que rige el acceso a las sesiones de la Asamblea de Extremadura.

Como señaló el portavoz del gobierno, Manuel Mejías, el objetivo de este reglamento el de que haya “un debate tranquilo” en los plenos y “evitar por todos los medios la crispación”.

En el inicio del debate, tanto PP como IU mostraron su postura contraria  al citado reglamento, al considerar que hay limitaciones que no son necesarias, puesto que el alcalde tiene potestad para poder, si es necesario, desalojar al público, como indicó la portavoz de Izquierda Unida, Encarna Muñoz.

Por su parte, el portavoz del PP, José Antonio Manzano, apuntó que “esto es una muestra del miedo del señor Gallardo a las críticas y un auténtico atropello a la democracia”, al tiempo que se preguntó si “tenemos informe jurídico para saber si esto es legal o no”.

Durante el pleno, el secretario de la corporación dio lectura a las normas recogidas en el reglamento que pretendía regular el acceso de público. En este caso, quienes estuvieran interesados en asistir deberían comunicarlo mediante carta, fax o correo electrónico, indicándose la sesión a la que se quiera asistir, los datos personales, un teléfono de contacto y una fotocopia del DNI.

En base al aforo, se concederá la pertinente invitación al solicitantes, que deberá recoger con dos horas de antelación al inicio de la sesión. En el supuesto que haya más solicitudes que el aforo disponible, o cuando por otra circunstancia no se pueda atender alguna de las peticiones presentadas, se comunicará a los interesados a la mayor brevedad posible.

Del total del aforo en el salón, de 31 plazas, se reservarán 3 invitaciones para el Alcalde, 5 para el PSOE, 3 para el PP y 1 para IU, en función de su representatividad en la corporación.

Una de las normas del reglamento establecía que el público asistente no puede intervenir en los plenos, ni se permitirán manifestaciones de agrado o desagrado, pudiendo el presidente, en casos extremos, a la expulsión del asistente que impida el normal desarrollo de la sesión. Contra estas personas que incurran en este tipo de comportamientos, se les aplicará el pertinente expediente sancionador, pudiendo prohibirse su asistencia a los plenos durante seis meses.

No obstante, una vez levantada la sesión, la corporación puede establecer un turno de consultas por el público asistente sobre temas concretos de interés municipal, durante un plazo aproximado de diez minutos.

Unas normas, no obstante, que ahora se revisarán y que pretenden adoptarse mediante consenso de los tres grupos de la corporación.